LA AUTENTICIDAD DEL CRISTIANISMO (Inédito 24 mayo 2018)

LA AUTENTICIDAD DEL CRISTIANISMO



El cristiano es aquel que sigue a Jesucristo, es aquel que se acerca al conocimiento de los dichos y hechos de Jesús de Nazaret, no es tan solo alguien que se apunta a una lista, a una Iglesia o a una tradición, es algo más que eso, es ver cómo llevar el Evangelio a la vida de cada día.

Los cristianos tenemos un reto muy grande hoy, es ser capaces de ilusionar a la gente en lo que significa la autenticidad de vivir un estilo de vida que es posible, que es actual, que no es una utopía y que no está trasnochado.

Por todo ello ahora tenemos una responsabilidad especial cada uno de nosotros por ser los portadores de una forma de vivir que en ocasiones no va al ritmo del mundo ni de la sociedad, y para ello necesitamos autenticidad, porque podemos caer en una tentación que no es nueva, es querer agradar y vivir según el mundo, dejándonos llevar por lo terreno, por el pecado, pero a su vez no renunciar a nuestra condición de cristiano, y tener que hacer un encaje de bolillos por afirmar que somos cristianos, pero a su vez hacer lo que hace todo el mundo en nuestra sociedad.

Ser cristiano es transparencia en el vivir y en el actuar, que no significa ser perfecto, es llenarse de misericordia, de humildad, de perdón, de buscar siempre lo que nos une a las personas, huir de la división, y lo más importante, huir de la incoherencia, algo que tanto criticaba Jesús en los Evangelios, el fariseísmo, el decir o manifestar una religiosidad que luego no lleva a la vida, sino solo a la estética, es poder reconciliar dos conceptos fundamentales en el pensamiento, que es la estética y la ética, mis palabras y mis creencias que vayan de la mano de mis hechos.

Lo que transmite la fe verdaderamente en los demás es mi autenticidad, y es algo que siempre tenemos que pedir al Señor en la oración, para que vayamos de su mano, y no nos alejemos del Espíritu de la Verdad.

Cuando termina un curso nos plateamos la evaluación del pasado y los objetivos conseguidos y aquellos que no se ha acertado, y por supuesto, cuales son los que nos proponemos para el tiempo que tenemos por delante. El tiempo es una oportunidad y un regalo de Dios para hacer e ilusionar.

Javier Abad Chismol



 

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