JAVIER ABAD CHISMOL LA VOZ CREYENTE


JAVIER ABAD CHISMOL

LA VOZ CREYENTE

Domingo de Pentecostes, 31 de mayo 2020

Javier Abad en San Juan de Ribera

"Bendito seas Señor porque un día sedujiste a Javier y le llamaste a ser pescador de hombres. Y para ello le diste la luz con que ser luz del mundo, la sal con que salar la tierra, la paciencia con que apacentar tus ovejas y la palabra con la que sembrar tu reino.
Bendito seas padre porque le diste tu Espíritu y lo has ungido para dar la buena noticia a los que sufren y vendar los corazones desgarrados, anunciar la amnistía a los cautivos y a los prisioneros la libertad, para cambiar en cantos el llanto de los tristes y a los ojos de los ciegos mostrar la luz (Is 61, 1-3), en suma “Para anunciar la muerte y proclamar la resurrección de nuestro Señor Jesús” (1Cor 11,26)
Por todo ello te pedimos por él: Hazlo dócil a tu voz, celoso de tus caminos. En su andar de cada día dale una fe recta, esperanza cierta, caridad perfecta y humildad profunda, sentido y discernimiento para amar y cumplir tu verdadera y santa voluntad.
Que la Virgen Santísima le acompañe siempre, de modo que sus palabras, allá donde él deba manifestarlas, y sus obras, allá donde deban darse, como ella, proclamen tus maravillas, Señor.
Y a todos nosotros que hoy recibimos las primicias de este ministerio que tu le has regalado, concédenos la gracia de apoyarle y acompañarle en su caminar siempre." (Martinez Valls, M. Amelia. 2004).


¡Hola Javier! Aun no hace 16 años, en la mañana del 27 de junio de 2004, yo pronunciaba esta oración como parte de la monición de entrada de tu primera misa. Qué duda cabe que todo se ha cumplido pero es cierto que el “siempre” al que yo me refería en mi mente era mucho más largo de lo que al final ha sido, y es que está claro que el Señor tenía otros planes.
Es verdad que muchas veces no entendemos como obra Dios en nuestras vidas. Cuando sus planes no son los nuestros siempre surge un “por qué” que casi nunca sabemos responder; como tú siempre decías la historia sólo se entiende al final. Pero hay una cosa que sí sabemos y entendemos y es que como nos dice San Pablo en la carta a los Romanos “a los que aman a Dios todo les sirve para el bien; a los cuales ha llamado conforme a su designio.” (Rom 8,28)
Por eso sabemos que te ha llamado a una vida mejor, desde la cual, mediante la comunión de los santos, sigues con nosotros. Nos lo confirma la certeza de la fe, las fechas de tu muerte (16 abril, Santa Bernardet Soubirus)  y de tu entierro (19 abril, domingo de la Divina Misericordia), vinculadas a momentos fundamentales de oración. Nos lo dice la cercanía con la que te percibimos y los acontecimientos que se han sucedido.
Hoy es domingo de Pentecostés y como nos decías hace apenas un año:
“Estamos en el tiempo de la plenitud del Espíritu Santo. Él es nuestro gran defensor, el Paráclito. Él es el que impulso a Jesús en la vida pública. Ese mismo espíritu guio a la Iglesia en sus primeros pasos y por supuesto también nos acompaña ahora a todos nosotros.
Concluye en Pentecostés los cincuenta días de la Pascua y lo conmemoramos junto con la efusión del Espíritu Santo sobre los discípulos, en Jerusalén los orígenes de la Iglesia, y por lo tanto, la misión de la Iglesia. Una misión que sigue en marcha y que se va pasado de generación en generación gracias al impulso del Espíritu Santo…
Los seguidores de Jesús se llenaron de coraje para anunciar el Evangelio, salieron de donde estaban escondidos por temor. El Espíritu Santo los llenó de valentía para cumplir la misión que el Señor les encomendaba.
Debemos despertar en nosotros los carismas que el Señor nos da a cada uno, para que seamos capaces de ponerlos al servicio de nuestros hermanos, al servicio del bien común. Esa es una de las características del don del Espíritu, que lo que se nos ha dado gratis lo demos gratis a los demás; es la plenitud abierta a la generosidad.
Dejemos que el Espíritu actúe en nuestras vidas para llevar a término la misión encomendada a la Iglesia que es el anuncio del Evangelio, de la Verdad que nos hace libres.” (Abad Chismol, Javier. Homilía de Pentecostés 2019).
Haciendo caso a tus palabras continuaremos con este proyecto de “La Voz Creyente”.
Si es voluntad de Dios, con tu ayuda desde el cielo, seguiremos adelante con esta tu misión de anunciar el Evangelio a quienes quieran escucharnos, poniendo de manifiesto que es posible vivir cristianamente, desde Cristo y para Cristo, tal como tú has hecho siempre.
Y lo haremos como aquí. Rescatando tus escritos, que son muchos; contando con que nos ayudaras y nos inspiraras desde el cielo; y por encima de todo, confiando en que el Espíritu Santo nos llevará a decir y a hacer aquello que sea su voluntad.
Por medio de audios, videos o escritos, según nos dé el tiempo y la capacidad, semanalmente tendremos una cita en las redes.
También comenzaremos con el proyecto de psicología cristiana del que tantas veces hemos hablado y así, según el Espíritu vaya soplando, desde esta modesta página web, como tú la llamas, siguiendo tu sueño y la misión en la que pusiste tu mayor empeño, pondremos nuestro granito de arena para  la nueva evangelización.
Desde la Eternidad a la que tú ya has llegado y en la que esperamos reencontrarte,  camina con nosotros y reza por nosotros para que podamos llegar, y hagamos esto juntos con la fuerza del Espíritu Santo, para mayor Gloria de Dios.

MARIA AMELIA MARTINEZ VALLS

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