NINGÚN OTRO FUERA DE DIOS
1 de abril de 2020
La tentación del hombre es dejarse llevar por los poderosos
de este mundo, por aquellos que tienen el control de todo, y a su vez, y en
contradicción, ser fieles a Dios y a la verdad, desmarcarse del poder de este
mundo, algo que no resulta nada fácil.
Hoy el profeta Daniel nos habla del rey Nabucodonosor, y como
se entera de Sadrak, Mesak y Abed Negó, no adoraban a sus dioses, y a la
estatua de oro que había erigido. El rey les obliga a que se postren ante su
estatua, y si no lo hacen serán arrojados al horno del fuego ardiente.
Estos tres hombres contestaron al rey; “Si nuestro Dios, a quien servimos, es capaz de librarnos, nos
librará del horno de fuego ardiente y de tu mano, oh rey”.
Entonces el rey pidió que se encendiera el fuego siete veces
más fuerte de lo normal, los echaron al fuego atados y cuando el rey miró el
horno, resultó que vio a estos tres hombres libres por el fuego, y no solo eso,
sino que veía a cuatro, y el cuarto parecía ser un ser divino.
Después de ver este fenómeno el rey afirmó: «Bendito sea el Dios de Sadrak, Mesak y Abed
Negó, que ha enviado a su ángel a librar a sus siervos que, confiando en él,
quebrantaron la orden del rey y entregaron su cuerpo antes que servir y adorar
a ningún otro fuera de su Dios.”
La fuerza de estos tres hombres de fe, íntegros, nos
recuerdan las palabras que escuchamos en el Evangelio: “Conoceréis la verdad y esta os hará libres”. Esa verdad a la que
se abrazaron los tres hombres que prefirieron morir que vivir en una mentira u
obedecer a los poderes de este mundo.
Muchos del pueblo de Israel no querían reconocer a Jesucristo
y por lo tanto al que le ha enviado, y por eso lo querían matar, porque la
verdad molesta y se quiere eliminar, se prefiere vivir en una mentira de masas
que en la verdad plena.
Que nosotros nos podamos abrazar a la verdad y no nos dejemos
achantar por los poderes del mundo y que estemos dispuestos a perderlo todo
incluso la propia vida, y de esa manera seremos plenamente libres.
Javier Abad Chismol
Comentarios
Publicar un comentario