SEMANA XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO (B-2018)




ELIAS Y LA VIUDA

NO TEMAS, CONFÍA EN EL SEÑOR



Muchas veces no confiamos en el Señor, creemos que no vamos a poder ser capaces de seguir adelante, especialmente en estos momentos de crisis y de dificultad, nos lamentamos porque no tenemos bastante, porque no sabemos cómo vamos a seguir.

Es curioso, hoy el Señor nos invita a reflexionar sobre el valor de los bienes, del dinero, de los alimentos, y nos pone el dedo en la llaga, pone a prueba nuestra generosidad, justo en este momento, en plena crisis económica.

Hoy muchos de nosotros somos esa viuda que nos relata el libro de los Reyes, somos esa viuda a la que se dirige el profeta Elías, este le pidió, y la viuda afirmó que no tenía ni siquiera pan para ella y su hijo, pero aun así el profeta insiste, la mujer rompe toda la lógica, toda la proporción, y hace lo que se le manda, y que curioso hay suficiente para los tres, eso es confianza, eso es ponerse en manos de Dios, es la multiplicación delos panes y los peces, es dejar a Dios y no confiar tanto en nosotros mismos.

Ese es el sacrifico de Cristo que muere una sola vez por todos nosotros, para mostrarnos el camino de la generosidad, de la entrega, dejarse en manos de la divina providencia, al ejemplo de Jesús que rompe toda lógica, que todo un Dios Poderoso muere sin necesidad de hacerlo, que no hace alardes de poder sino de generosidad, caridad y gratuidad, Él llegará donde nuestra mente, nuestra razón y nuestra esta lógica no es capaz de llegar, es dejarse en manos de Dios e ir contra el mundo.

Por lo tanto no es lo que damos, no es nuestra generosidad aparente, es nuestra intención de perder para ganar, de ser desprendidos, de que no nos excusemos para no dar para no ser generosos porque no tenemos, todos podemos dar, y además a muchas maneras de demostrar la generosidad y la disposición a cumplir la voluntad de Dios.


Javier Abad Chismol

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