LA MUERTE VIVE AL LADO
No tengas miedo de mí, no soy una desconocida, me conoces
porque siempre estuve, soy la brisa del viento, te espero, pero no tengas
miedo, soy la habitación de al lado, soy el otro lado de lo que llamamos vida,
el otro lado del camino.
Esperamos tras de ti, buscamos el sentido de la existencia,
me pareces oscura, pero a su vez veo en ti vida y esperanza, veo consuelo, veo
el encuentro con mis amigos con mis seres queridos, es ilusión por el
reencuentro, caminando juntos, esa muchedumbre con vestiduras blancas,
desaparece el llanto y el dolor, lo que existía dejo de existir, y la vida y la
muerte ya son una, ya son consuelo y esperanza, ya son hola y adiós.
Es nuestra condición humana a caballo entre la libertad y mi
responsabilidad, de lo que me ata y me libera, se secarán las lágrimas y no se
morirá jamás, tenemos poder sobre la muerte porque ya no hay miedo, ni llanto,
ni luto, hay gozo por el encuentro, es la brisa que acaricia el rostro porque
esta ha sido vencida.
Unos para otros seremos lo mismo, la muerte no nos separa,
porque nos une la fuerza del recuerdo, aquello que permanece en los corazones y
que une para siempre.
Recordar con alegría no con tristeza, avivar la vida, vencer
la pena, llenaros de esperanza porque su fuerza es muy grande, y extermina la
pena y la perdida, porque morir es ganar, sí hermano, la muerte no es el final,
llénate de gozo porque el amor llena nuestros corazones, es el otro lado del
camino que no espera, es la habitación de al lado.
Vivir es morir, morir es consuelo, morir vence la tristeza,
morir es vivir, porque es la verdadera vida que no tiene fin, te espero
enfrente del camino, te espero en la habitación de al lado.
Javier Abad Chismol
Poema escrito con motivo del recital de poesía en los Silos de Burjassot, organizado por Toni Ananda
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