¡OJALÁ TODO EL PUEBLO
FUERA PROFETA!
Ojalá todos tuviéramos la inquietud del corazón de los
profetas, ojalá todos tuviéramos una necesidad de hablar de Dios, de contar a
todos nuestra experiencia, de ser trasmisores del Espíritu de Dios que toca los
corazones y que nos hace proclamar su grandeza.
No podemos encorsetar a Dios, este no es solo privilegio de
unos iluminados, esa es la misión de la Iglesia que camina en Comunión, de
Iglesia como Pueblo de Dios en camino, todos formamos parte de ese proyecto
salvífico del Padre. Por eso cuando uno habla de Dios muchas veces se le hace
callar, hagamos como Moisés, afirmemos que ojala todos hablaran de Dios, ojalá
fuéramos valientes anunciadores de la verdad sin miedos y sin complejos.
El Anuncio es para la salvación, y ese anuncio es para
aquellos que olvidan a Dios o lo niega, aquellos que quieren hacer de la tierra
su morada eterna, pero ¡que engañados están! Van derechos a la tumba sin
remedio. Por eso es tan difícil que un rico entre en el Reino de los Cielos, porque su corazón está en lo
material, porque lucha por tener más, por ser más poderoso, porque la ambición
sin Dios no tiene límite, la ambición sin Dios es nuestro verdugo hacia una
muerte que no tiene retroceso.
Por eso hay que anhelar la pobreza del corazón, del espíritu,
para ser libre de las ataduras de este mundo,
de lo que no nos deja ser auténticos. La riqueza desmedida suele ir acompañada
de todo lo que nos destruye.
Ser pobres, soñar con el Señor, llevemos todos juntos la gran
misión de la Buena Noticia, aquella que da potestad para descubrir y expulsar
demonios, la cercanía al Señor nos hará capaces de distinguir los espíritus
inmundos, y ellos nos descubrirán y nos atacaran, pero no importa porque el
Señor es nuestro Alcázar, es nuestro refugio.
Arranca de tu vida todo aquello que te hace caer, elimina la
seducción de este mundo, de lo que te aleja del amor de Dios, que no seamos
motivo de escándalo en el anuncio de la Verdad y haceros fuertes en Jesucristo,
aquel que tiene poder para expulsar a los poderes de este mundo que nos dicen
que seamos ricos, que busquemos la poder y prestigio, la ausencia de Dios y la
apuesta por el mundo. El que no esta contra nosotros está con nosotros, porque
el mal se destapa así mismo.
Javier Abad Chismol
LECTURAS
Primera lectura |
¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo fuera profeta! Lectura del libro de los Números (11, 2 5-29) En aquellos días, el Señor bajó en la nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar en seguida. Hablan quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque estaban en la lista, no hablan acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento. Un muchacho corrió a contárselo a Moisés: «Eldad y Medad están profetizando en el campamento.» Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino: — «Señor mío, Moisés, prohíbeselo.» Moisés le respondió: — «¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!» Palabra de Dios |
Salmo responsorial |
Sal 18, 8. 10. 12-13. 14 (R/.: 9a) R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón. La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R/. La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/. Aunque tu siervo vigila para guardarlos con cuidado, ¿quién conoce sus faltas? Absuélveme de lo que se me oculta. R/. Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me domine: así quedaré libre e inocente del gran pecado. R/. |
Segunda lectura |
Vuestra riqueza está corrompida Lectura de la carta del apóstol Santiago (5, 1-6) Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado. Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego. ¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final! El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste. Palabra de Dios |
Aleluya |
Jn 17, 17b. a
Tu palabra, Señor, es verdad; conságranos en la verdad. |
Evangelio |
El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos (9, 38-43. 45. 47-48) En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: — «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.» Jesús respondió: — «No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Y, además, el que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.» Palabra del Señor |
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