EL HOMBRE VENCE LA MUERTE


DIOS HA HECHO AL HOMBRE PARA LA ETERNIDAD

Domingo XIII del Tiempo Ordinario (B-2012)


Dios ama y quiere al hombre, esta creado a imagen y semejanza de este, ¿quiere Dios la muerte del hombre? Por supuesto que no, el Padre nos invita a la eternidad, pero por el pecado, por la envidia y por la codicia del demonio el hombre es arrastrado a la muerte, a las tiniebla.
La muerte es un hecho y un drama, el hombre es un ser para la muerte pero también para la inmortalidad, Dios creó al hombre incorruptible pero la muerte entro por el pecado en el mundo.
¿Cómo superar la muerte, la tiniebla? Practicando las buenas virtudes, aquellas que nos acercan más a Dios y nos alejan del pecado y de la corrupción tales como; amabilidad, disponibilidad, respeto y algo muy importante para el Señor, nos habla de nuestra generosidad para los demás.
Parece que sin generosidad no hay salvación, tenemos que estar bien dispuesto a compartir, porque al  que no tiene no le faltara y al que le sobra y da tampoco le faltará. Que importante es poner la confianza en el Padre, que nos ama, que nos quiere. Que nos podamos acercar a Jesús como aquella mujer enferma que sabía que sólo con tocarle el manto podría quedar curada, y así fue, el Maestro, le dijo; ¡tu fe te ha salvado!
La fe nos lleva a la confianza, nos saca de la muerte, y de las tiniebla, de la falta de esperanza, de la enfermedad. Aprendemos a trascenderlo todo, a vivir y mirar con los ojos de fe. Así venceremos toda desesperanza, especialmente en momentos en los que vivimos, en esta crisis que se ceba con todos, pero especialmente con los más débiles y desprotegidos, imploremos al Señor:
“Danos un corazón generoso, abierto al amor, que rompa las barreras de la muerte y auméntanos la fe”.

Javier Abad Chismol

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